La realidad de Ines de Castro y Pedro I, supera la ficción de Romeo y Julieta
Leyenda y la realidad se mezclan en esta historia de amor Pedro I se hizo construir un mausoleo enfrente de el de su amada Inés de Castro, así cuando llegue la resurrección de los muertos, lo primero que verá será el rostro de su amada.
Estoy en Lisboa año 1360, han coronado rey a Pedro I de Portugal. En el mismo instante de tomar posesión del reino ha mandado sentar a su amante, Inés de castro en el trono, y la ha coronado. En ese momento ha confesado que se casó con ella en secreto en 1354, y que tienen cuatro hijos.
Pedro I lo hace, porque su padre Alfonso IV mandó matar a Inés, cuando se enteró del romance con ella.
Una dama de compañía de Constanza, rubia y de maneras sofisticadas, llamada Inés de Castro, resaltaba en el séquito de la novia. El Infante quedó prendado de ella desde el primer momento en que la vio.
Fuente de los amores |
Al dar a luz Constanza a su tercer hijo murió en el parto. Este hecho propició la vuelta de la amante al monasterio de Santa Clara, cerca de su residencia. Los amantes se veían en la Fuente de los amores en la Quinta de las Lagrimas en Coimbra que está dentro del Monasterio.
Aquel amor tan apasionado se truncó, al ser degollada Inés por unos caballeros mandados por el padre del Infante.
Desde Lisboa, el reportero histórico
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