viernes, 21 de noviembre de 2014

El Doncel de Sigüenza

Don Martín Vázquez de Arce  ¨El Doncel".

¿Con que imagen le gustaría ser recordado?

Granada, es Julio del año de nuestro señor de 1486. Acompañando a su padre, Don Fernando de Arce y a las ordenes de su señor el duque del Infantado Don Pedro de Mendoza, está Martín. Veinticinco años, hombre de armas y a su vez exquisita educación, pues entró como paje al servicio del Duque en Guadalajara, desde su mas tierna infancia.

En Granada, se están llevando a cabo una serie de campañas para su conquista de lo que se denominará "La guerra de Granada". Nuestro personaje se encuentra con sus compañeros de la orden de Santiago. 

Es en la Vega de Granada y en el paraje de la Acequia Gorda, donde los moros han abierto las compuertas de la acequia. El agua se ha llevado por delante a las tropas cristianas y los caballeros, con sus pesadas armaduras, han caído de sus monturas, quedándo ahogados unos y atrapados en el barro, sin tiempo de prepararse para el combate, otros. Los sarracenos han acabado con la vida de nuestro personaje y de cuantos los acompañaban.

La emboscada en Acequia Gorda no ha terminado, han llegado refuerzos. Según nos cuentan han perdido la vida unas veinte mesnadas del duque. Al final de la jornada son miles los sarracenos muertos, unas tropas que el rey Abû Abd Al-lâh <<az-Zughbî>>, conocido como "Boabdil el Chico" por los cristianos y "El desdichado" por los musulmanes, no va a  poder reponer y que eran vitales para la defensa del reino Granada.

Esta guerra pasará a la posteridad tanto por Don Martin, como por otro hidalgo Don Juan de Padilla conocido como "El doncel de Fresdeval". Cayó el 16 de mayo de este mismo año es doncel de la reina Isabel,  llamado " El mi loco" por su temeridad.

Sepulcro del Doncel de Fresdeval
museo de Burgos
El cuerpo sin vida de Don Martín lo recogerá su padre y lo enterrará junto a la acequia Gorda, en un lugar llamado Los Partidores. Va ser su hermano el que  haga traer los restos a enterrar en la Catedral de Sigüenza,  justamente en la capilla de San juan y Santa Catalina.

Y es este hecho lo que hará inmortal a Don Martín y mas concrétamente su sepulcro.

Una de las joyas fúnebres de todos los tiempos, pues a diferencia de las esculturas funerarias de la época, el Caballero no está representado en posición durmiente, sino que yace tumbado de lado con las piernas cruzadas. Vestido con ropas de armadura y cota de mallas,  tiene en sus manos un libro y la mirada hacia al suelo, como meditando sobre lo que ha leído, a sus pies, un paje se lleva una de  las manos a la mejilla  y llora. La cabeza está cubierta con un capacete de cuero y en el pecho la cruz de la orden de Santiago, una daga, un león que significaría el valor y la resurrección.  

El Doncel de Sigüenza


No se sabe a ciencia cierta quién creó esta maravilla en alabastro, de la que es una de las mejores esculturas del gótico de España.

En el mismo recinto se encuentran las tumbas de su familia, que no tienen nada que ver con la del Doncel. En la pared de la  hornacina donde se encuentra se puede leer: 
             
Aqui yaze Martín Vasques de Arze-cavallero de la orden de sanctiago-que mataron los moros socorriendo el muy ilustre señor duque del Infantado su señor a- cierta gente de Jahén a la acequia- Gorda en la vega de Granada-cobró en la hora su cuerpo Fernando de arce su padre- y sepultólo en esta capilla-ano MCCCCLXXXVI. Este ano se tomaron la ciudad de Lora, las- villas de Illora,Moclin y Monte-Frio por cercos en que padre y -hijo se hallaron.

Al contemplar la estatua un general del emperador Carlos  comentó ¡Que bello Doncel!  y con este nombre pasará a la historia como : El Doncel de Sigüenza. Que no era tal, estaba casado y tenia una hija.

Ortega y Gasset dijo que era la mejor estatua que había visto. Emilia Pardo Bazán se sintió maravillada al contemplarla  y sería el poeta Francisco Vaquerizo el que le dedicó estos versos :


¿ De qué vas tú. difunto por la vida ?

¿ O de que vienes, vivo por muerte ?

¿ Como y a qué tenor hemos de verte,
  en plan de adiós o en plan de bienvenida ?

¿ Donde queda tu punto de partida
  y tu meta final ? ¿ Y de qué suerte

vamos a poder nunca comprenderte,

si ignoramos el modo y la medida ?

Bien está que defiendas tu terreno

para evitar que el vulgo atolondrado

te tome por el pito del sereno.

Bien está ser un poco reservado

y aun pasar de lo propio y de lo ajeno

¡ Pero lo tuyo tio es demasiado !
          
              
Porque no me dirás que no es pasada

llevar siglos y siglos de lectura,

sin corregir jamás la compostura

ni levantar del libro la mirada.

Desde los viejos tiempos de Granada

permaneces varado en tu escultura

confirmando tu genio y figura

tan pese a todo como pese a nada.

Porque, aun siendo verdad que el ser humano

tiene justo derecho a su albedrío

y a su propio reducto soberano,

contigo, Martín Vázquez, es un lio:

¿ pues que pinta un guerrero castellano

con tanto empaque y tanto señor mio ?


Versos recogidos del tríptico al Doncel de Sigüenza.

Si alguna vez os acercáis a la villa medieval de Sigüenza en Guadalajara, no dejéis pasar la oportunidad de contemplar esta maravilla.

Martín Vázquez, dondel de Sigüenza.
    

Me encamino " ipso-facto" a la catedral de Sigüenza. Desde Guadalajara El reportero histórico.
            
     

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