El baño de sangre española que evitó el milagro de EMPEL
La vigilia de la Inmaculada Concepción
Isla de Bommel, 9 Diciembre del año de nuestro señor 1585. No lo pasaba tan mal desde la vísperas sicilianas.
Don Francisco de Bobadilla |
Estoy en el ejército de su católica majestad el segundo Felipe, con la fuerza que manda el conde Carlos de Masfel y dentro de él, en el tercio dirigido por un militar experimentado el Maestre de Campo
Don Francisco de Bobadilla, en Flandes.
Carlos de Masfel |
Hace unas semanas los tercios llegaron a la orilla del Mossa donde se apostó el grueso de los tercios.
Al Maestre le ordenaron tomar una isla en medio de este río que es, si no el más importante, si el mas famoso de los países Bajos por que lo corta de este a oeste.
Isla de Bommel |
Una vez asentada la toma de los diques y la isla, el conde salió hace unos días hacia Harpen con el grueso de las tropas dejando tres de los tercios al mando de Bobadilla.
El dirigente de los rebeldes de las provincias unidas es el Conde de Holac, Almirante Filips Van Hohenlohe-Neunstein que nos tiene mucha tirria a los españoles, viendo que la fuerza quedó sensiblemente disminuida, desguarnecida y mal acantonada ordenó un ataque masivo en todos los frentes, incluyendo a la armada de Holanda y Gelanda con más de 10 navíos de linea muchos de ellos atestados de hombres. Viendo a los españoles como estaban, el empuje y el ánimo protestante creció de una manera desorbitada,
¡Por fin iban a dar una lección a los tercios!
Sin piedad los Rebeldes atacaron a la guarnición española que protegía los diques y aunque lucharon con valor fueron sobrepasados e inmediatamente abrieron los diques, el agua helada se abalanzó con furia arrasándolo todo.
Casi sin tiempo Bobadilla dio ordén de subir a lo mas alto de la isla.
La loma o Monte de Empel.
Los barcos empezaron a entrar al río, aquello era una trampa que el conde no vio venir. Casi sin tiempo para preparar la defensa allí en Empel se apostaron con todo lo que tenían. Fueron cañoneados por los primeros buques y fuego arcabucero durante horas consiguiendo llegar algunas barcazas a tomar lo que quedaba de isla.
La llegada de la noche hizo que los que pusieron pie a tierra salieran escaldados, con una furia inusitada los españoles los echaron de allí. Holac atónito decidió esperar al grueso de la tropa.
Mientras Bobadilla mandó un bote a pedir refuerzos al conde, al fin y al cabo estaba solo a 25 km.
Tenia que darse prisa, si no quiere ver a lo mejor de los tercios sufrir una derrota incontestable.
De madrugada trataron de fortificar de alguna manera el monte para no ser arrasados y poder aguantar hasta la llegada de refuerzos, y estos llegaron el día seis, el Conde se preguntaba como podía ayudar a Bobadilla en lo que quedaba de isla sin unos barcos grandes y artillados.
Se intentó con la ayuda de algunas barcazas pero no fue posible, estaban rodeados.
A la mañana del día 7 todo parecía visto para sentencia, Holac envió a emisarios ofreciendo una rendición honrosa, pero obtuvo un contundente ¡NO JAMAS! anteponían morir con orgullo en combate a rendirse.
"Ya hablaremos de rendirse después de muertos"
Hambrientos, empapados, casi sin cartuchos, se confesaron, comulgaron e incluso alguno pidió la extrema unción y esperaron la orden de ataque o resistir, ya solo quedaba morir como muere un soldado español llevándose por delante a todo protestante que pudieran.
El Milagro de Empel.
Durante la tarde del día 7 un soldado que cavaba un agujero para levantar una especie de barricada, se topó con algo duro, quitó el barro con suavidad y descubrió unas tablas y en ella una imagen de la Inmaculada Concepción festividad que se celebraba al día siguiente.
Con ayuda de varios sacaron la tabla y la empezaron a limpiar mientras otro daba parte a sus superiores del hallazgo.
Se improviso un altar y se dio una misa de campaña que cuando acabó, el Maestre Bobadilla
Alzó su espada y voz en grito con fuerza y con la confianza que le daba su fe, sin miedo y mirando a los ojos a aquellos hombres dijo:
" La Divina providencia está junto a nosotros y nuestra señora nos protegerá, en tus manos Purísima dejamos nuestras almas"
Durante la vigilia se levantó un viento helado del norte que hacia al menos 18 años no se producia.
Las aguas del Mosa empezaron a helarse, hecho que los capitanes dijeron a Bobadilla este dio orden de estar preparados para el ataque.
Viendo los últimos barcos que se podía helar el río y quedarse atrapados salieron dirección al mar y los primeros barcos se fueron río arriba.
A las primeras luces del alba con una fuerza y furia sin igual atacaron sobre las aguas del río congelado a los buques rezagados y a las tropas de la otra orilla cogiendo por sorpresa al enemigo.
La escabechina fue de tal magnitud que las tropas rebeldes huyendo despavoridas dejando atrás cañones, pólvora, munición, víveres y pertrechos.
Una victoria total, viendo el desastre el almirante Filips desde su barco dijo:
"Tal parece que dios es español, al obrar para mi, tan grande milagro para derrotarme"
Entre vítores y abrazos ese mismo día la Inmaculada Concepción se convirtió en la patrona de la infantería española llenando de moral a los castigados tercios.
Un victoria olvidada, como siempre pasa en España, olvidamos a nuestros héroes, olvidamos nuestras victorias y olvidamos lo que ocurrió aquí en Empel.
Desde Empel isla de Bommel, Provincias Unidas
El Reportero histórico
¡Por fin iban a dar una lección a los tercios!
Sin piedad los Rebeldes atacaron a la guarnición española que protegía los diques y aunque lucharon con valor fueron sobrepasados e inmediatamente abrieron los diques, el agua helada se abalanzó con furia arrasándolo todo.
Casi sin tiempo Bobadilla dio ordén de subir a lo mas alto de la isla.
El Camino Español con los tercios desde Italia a Flandes oleó de A. Ferrer-Dalmau |
La loma o Monte de Empel.
Los barcos empezaron a entrar al río, aquello era una trampa que el conde no vio venir. Casi sin tiempo para preparar la defensa allí en Empel se apostaron con todo lo que tenían. Fueron cañoneados por los primeros buques y fuego arcabucero durante horas consiguiendo llegar algunas barcazas a tomar lo que quedaba de isla.
La llegada de la noche hizo que los que pusieron pie a tierra salieran escaldados, con una furia inusitada los españoles los echaron de allí. Holac atónito decidió esperar al grueso de la tropa.
Mientras Bobadilla mandó un bote a pedir refuerzos al conde, al fin y al cabo estaba solo a 25 km.
Tenia que darse prisa, si no quiere ver a lo mejor de los tercios sufrir una derrota incontestable.
Grabado de la batalla de Empel por Frans Hogenberg con los españoles en el centro de la isla |
Se intentó con la ayuda de algunas barcazas pero no fue posible, estaban rodeados.
A la mañana del día 7 todo parecía visto para sentencia, Holac envió a emisarios ofreciendo una rendición honrosa, pero obtuvo un contundente ¡NO JAMAS! anteponían morir con orgullo en combate a rendirse.
"Ya hablaremos de rendirse después de muertos"
Hambrientos, empapados, casi sin cartuchos, se confesaron, comulgaron e incluso alguno pidió la extrema unción y esperaron la orden de ataque o resistir, ya solo quedaba morir como muere un soldado español llevándose por delante a todo protestante que pudieran.
El Milagro de Empel.
Durante la tarde del día 7 un soldado que cavaba un agujero para levantar una especie de barricada, se topó con algo duro, quitó el barro con suavidad y descubrió unas tablas y en ella una imagen de la Inmaculada Concepción festividad que se celebraba al día siguiente.
Con ayuda de varios sacaron la tabla y la empezaron a limpiar mientras otro daba parte a sus superiores del hallazgo.
Sacando la tabla del barro oleó de Augusto Ferrer-Dalmau |
Alzó su espada y voz en grito con fuerza y con la confianza que le daba su fe, sin miedo y mirando a los ojos a aquellos hombres dijo:
" La Divina providencia está junto a nosotros y nuestra señora nos protegerá, en tus manos Purísima dejamos nuestras almas"
Durante la vigilia se levantó un viento helado del norte que hacia al menos 18 años no se producia.
Las aguas del Mosa empezaron a helarse, hecho que los capitanes dijeron a Bobadilla este dio orden de estar preparados para el ataque.
Viendo los últimos barcos que se podía helar el río y quedarse atrapados salieron dirección al mar y los primeros barcos se fueron río arriba.
A las primeras luces del alba con una fuerza y furia sin igual atacaron sobre las aguas del río congelado a los buques rezagados y a las tropas de la otra orilla cogiendo por sorpresa al enemigo.
La escabechina fue de tal magnitud que las tropas rebeldes huyendo despavoridas dejando atrás cañones, pólvora, munición, víveres y pertrechos.
Una victoria total, viendo el desastre el almirante Filips desde su barco dijo:
Filips Van Hohenlohe-Neunstein |
"Tal parece que dios es español, al obrar para mi, tan grande milagro para derrotarme"
El Milagro de Empel después de la victoria por A. Ferrer-Dalmau |
Inmaculada Concepción |
Un victoria olvidada, como siempre pasa en España, olvidamos a nuestros héroes, olvidamos nuestras victorias y olvidamos lo que ocurrió aquí en Empel.
Desde Empel isla de Bommel, Provincias Unidas
El Reportero histórico